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| Castillo de Atienza |
Siempre digo que
Guadalajara tiene muchas cosas que visitar, y es verdad, por esta razón escribo sobre los eventos o lugares que conocer de la capital y de la provincia. Bueno, también porque es donde vivo y siempre conviene "barrer para casa".
En esta ocasión toca
Atienza, bastante al norte de la provincia casi haciendo frontera con Soria. Un lugar precioso. Nosotros fuimos en excursión de un día, tampoco teníamos mucho más tiempo, pero en esta zona hay cosas muy bonitas para montarse un fin de semana (Sigüenza, Imón, el río Dulce, el Hayedo de Tejera Negra, Valverde de los Arroyos).
Lo más conocido de Atienza es su
castillo, buque insignia de la localidad y de una famosa casa de embutidos, que son deliciosos y que los recomiendo 100% (prometo que no me llevo comisión). El castillo es un claro ejemplar de castillo roquero (puesto que está construido directamente sobre la roca) y lo que mejor se conserva es la
torre, a la que se puede subir para contemplar las vistas de la localidad. También quedan restos de
muralla, por ejemplo, la
puerta de Arrebatacapas en la plaza principal de Atienza. Las plazas son muy bonitas, tanto la del ayuntamiento como la de la iglesia con los soportales típicos castellanos, con la madera vista y los escudos del cabildo.
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| Escudos del Cabildo, plaza del Trigo |
Hay que ir al
centro de interpretación (muy cerca de la plaza de España) y pasar un rato allí para conocer las costumbres de la zona. Además, este centro está en la
Casa del Cordón, que tiene mucha historia y una fachada interesante. También pueden facilitar información sobre la localidad y los alrededores.
Pasear por sus calles te trae sorpresas como conocer que
Juan Bravo, el comunero, nació aquí y además te puedes encontrar con las múltiples iglesias, ahora, muchas de ellas museos de diferentes temáticas que merecen la pena.
Hay varios
varios bares y restaurantes, nosotros elegimos uno al lado de la iglesia parroquial de San Juan Bautista que nos encantó.
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| Iglesia de San Bartolomé, Atienza |
Por la tarde (y con todo el calor de pleno julio) nos fuimos con el coche a continuar con la
Ruta del Románico Rural. Yo ya la hice cuando estaba en el colegio, pero es una de esas cosas que se pueden repetir cada cierto tiempo. Visitamos, además de
Atienza,
Albendiego,
Campisábalos y
Villacadima. Es curioso que pueblos tan pequeñitos tengan obras de arte tan espectaculares. Lamentablemente, solo pudimos ver las iglesias por fuera, pero aún así merece la pena. Se cree que el mismo grupo de canteros es el responsable d la mayoría de estas maravillas. Según iban terminando una iglesia, se trasladaban a la siguiente localidad para comenzar otra, por eso son todas prácticamente de la misma época y comparten ciertas técnicas y estilo.
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| Ermita de Santa Coloma, Albendiego |
Después de todo esto, nos fuimos a casa agotados, achicharrados por el sol, pero contentos, muy contentos.