| Puente de Triana |
| Sevilla a la sombra de la Giralda |
¿Qué hacer en un viaje inesperado a gastos pagados? ¡Disfrutar! Y Sevilla es la ciudad ideal.
El único inconveniente es que Sevilla nos gustó tanto que en dos días nos lo habíamos visto casi todo. La catedral la vimos en tiempo récord, pero nos dio tiempo a apreciar todos sus detalles incluyendo a la Giralda. Los Reales Alcázares nos atraparon haciéndonos perder la noción de las horas, que pasaban sin que nos diésemos cuenta. Aunque no somos demasiado taurinas, la visita casi privada (el grupo lo formábamos mi hermana, la guía y yo) a la Maestranza nos enseñó mucho de la tradición e historia del toreo. El Hospital de los Venerables nos ofreció en bandeja la historia de Sevilla. En el barrio de Triana pudimos encontrar el único estanco abierto para comprar la tarjeta de los autobuses y unas tascas estupendas para cenar.
| Plaza de España |
No os podéis imaginar la de veces que nos reímos. Todo nos gustaba tanto, estábamos tan contentas y los sevillanos tienen tal gracia que, probablemente no me vuelva a reír tanto en ningún otro viaje.
Ante la extraña sensación de que nos estábamos quedando sin cosas que ver, decidimos ir a Itálica. Aventura que contaré en otro post.
| ¿Venecia? No, Sevilla |
las fotos estupendas, qué bonito y qué bien contado todo. felicidades!!
ResponderEliminarMuchas gracias!! Es porque guardo con mucho cariño el recuerdo de este viaje...
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