Como los últimos viajes que estoy haciendo son al Ikea, al Leroy Merlin, al Aki, etc., por razones obvias, prefiero seguir recordando las vacaciones de verano en Galicia...
Antes de empezar con la visita propiamente dicha a Noia, dimos un paseo por la ría. Era el primer día que veíamos agua y teníamos ganas. Nos llamó mucho la atención ver los peces nadando tan cerca de la superficie del agua. Además el paseo estaba muy bien acondicionado.
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| Simulador Ejército del Aire |
El casco histórico de Noia, de origen medieval, está muy bien conservado. Lo más sorprendente fue lo que nos encontramos en la plaza del ayuntamiento: un
simulador del Ejército del Aire en el que se recreaba un vuelo en la nave líder de la
Patrulla Acrobática Águila. Después de pensarlo, hicimos el vuelo de prácticas sobre la base de San Javier en Murcia, lo que nos permitió
volar sobre La Manga del Mar Menor teniendo los pies en Galicia.
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| Colección de Lápidas |
Después, fuimos a un cementerio (sí, esto se parece mucho a Irlanda en muchos aspectos) porque en la iglesia tienen una
colección muy curiosa de lápidas medievales en las que se pueden apreciar las marcas identificativas del gremio al que pertenecía el difunto, familia, etc. Aunque parece un poco tétrico, resulta muy interesante. A la vuelta hacia el coche pasamos por el paseo del Ayuntamiento.
Muros fue un poco decepcionante. Para nosotros el pueblecito no tenía nada de interés y, como estaba tomado por el mercadillo, ni siquiera podíamos pasear tranquilamente. La subasta de pescado, en la lonja, hubiera estado interesante, pero por horario (era a última hora de la tarde) no nos pudimos quedar. En defensa del pueblo, tengo que decir que
la iglesia era francamente bonita y tenía un aire muy acogedor.
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| Iglesia de Muros |
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| Museo de la Pesca |
El día lo terminamos en Fisterra. Comimos frente al mar las mejores navajas de nuestras vidas (nota mental, hay que comer navajas en Finisterre). Visitamos un pequeño fortín - Castillo que era un
museo de la pesca con un guía entusiasta y que entusiasmaba a los visitantes.Para los que no tenemos ni idea ni de pesca ni de navegación, como era nuestro caso, resulta
tremendamente interesante. Aquí os dejo la foto del omóplato de una ballena.
Después nos
fuimos al cabo a ver el "fin del mundo" y eso es exactamente lo que vimos. Había tal cantidad de niebla que a penas se veía el faro y ni siquiera veíamos los acantilados. El mar era algo que escuchábamos chocar contra unas rocas que no podíamos ni intuir. Aquí está la decepción. Menos mal que nos conformamos con poco y nos decíamos: "Si es el final del mundo, ¿qué esperábamos ver? La Nada." Aún así, lo poco que pudimos entrever
nos dejó fascinados.
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| La Nada avanza en Fisterra |
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