Sigüenza: Viaje en el tiempo

De nuevo llegó el verano y con él el periodo de jornadas medievales de la provincia de Guadalajara. Este año se ha dado la fatalidad de que coincidieron las Jornadas Medievales de Hita y las de Sigüenza y, como todavía no hemos desarrollado la capacidad de multiplicarnos en el tiempo y en el espacio, elegimos Sigüenza.

Algunos estrenaron traje y otros desempolvamos los que ya teníamos, por lo que partieron de la ciudad de Guadalajara hacia la muy noble ciudad de Sigüenza dos caballeros (uno templario y otro hospitalario), un escudero-a y una cíngara. Heterogéneo grupo de viajeros, pensarán vuestras mercedes, y en efecto lo es, aunque disponer de compañeros de viaje con diferentes habilidades, resulta extremadamente práctico

Heterogéneo grupo de viaje

Respetos en la Catedral

Tras la llegada nos dispusimos a explorar el mercado, en el que compramos muchos bienes traídos de los más variados rincones del Reino. Después de presentar nuestros respectos en la catedral, donde algunos velaron sus armas y otras se acogieron a sagrado, degustamos las sabrosas viandas seguntinas en una de las posadas de la localidad. Fuimos bien acogidos en el castillo, donde siempre destacaron por su hospitalidad.

Acogida en el Castillo

Dejando de lado el tonillo medieval, una vez más Sigüenza no decepcionó. Se notaba que ninguna actividad estaba abarrotada como en años anteriores (la gente se repartió entre Hita y Sigüenza), lo que permitió no tener la constante sensación de agobio de otras veces. Los puestos del mercado genial, los espectáculos estupendos, con especial mención al grupo Ixera, que con sus canciones se llevaba a la gente de calle, y las agujetas del día de después tampoco estuvieron mal.

No os lamentéis por no haber asistido este año: 

¡Nos vemos el que viene!