La Granja de San Ildefonso

Como no tengo vacaciones, tengo que aprovechar los fines de semana y los puentes para hacer minivacaciones. Intento hacer excursiones de un día libres para  poder desconectar y cambiar un poco de aires y la verdad es que me lo estoy pasando muy bien.

La excursión que os quiero contar hoy es la que hicimos a La Granja de San Ildefonso. Mereció la pena, no sólo porque el Palacio, la iglesia, el jardín y las fuentes sean estupendas, sino porque pudimos ver las fuentes encendidas, evento que sucede pocas veces al año.

Había estado sólo una vez cuando era pequeña, con el cole, y no encendieron las fuentes. Así que no me acordaba de nada, era como ir de nuevas. Me alegré mucho de que así fuera porque salí encantada.

Es una pena que no se puedan hacer fotos dentro del palacio, pero como sí se pueden hacer fotos en el jardín y en las fuentes, nos desquitamos.

Hacía un calor como para desfallecerse y había muchísima gente, pero nos lo pasamos genial y el encendido de las fuentes fue extraordinario. Nunca podría haber pensado que era tan divertido y tan asombroso como al final fue.

Además todo lo que os he contado de La Granja nos encontramos con estos animalitos tan simpáticos. ¿Os acordáis del patito feo? Aquí dos ejemplares de cría de cisne (los de la foto) con sus padres (aunque en la foto sólo sale uno). Después de mirarlos un rato, no llegué a entender por qué le decían el patito feo, porque a mi no me parecían tan feos.


Para terminar, el plato fuerte. No quiero poner muchas fotos de las fuentes encendidas porque me gustaría preservar la sorpresa para quienes no lo han visto nunca. Creo que esta es la que más me gustó, así que os pongo una fotito. No vemos en la próxima excursión.