Rascafría con razón

Este pasado puente nos quedamos en Guadalajara, pero eso no quiere decir que no hayamos salido de casa. Nos fuimos un día a Buitrago del Lozoya y a Rascafría. Buitrago es un pueblito pequeño, pero lindo. El antiguo pueblo medieval merece pasar una mañana o una tarde. Ver el río Lozoya desde la muralla baja es realmente espectacular y la iglesia, aunque pequeña, también resulta fuera de lo común.

Después de comer fuimos hasta Rascafría y allí visitamos el monasterio de Santa María del Paular. Una visita que tardaremos en olvidar. No tienen un sistema reglado de visitas, sólo las vísperas, los domingos y los festivos hay visitas, organizadas directamente por los monjes. Un monje singular nos dirigió la visita y claro, no fue un guía cualquiera. Además de que yo casi no le entendía (con o sin mocrófono), tenía un humor un tanto particular y nos repitió algunas enseñanzas cristianas, que a lo mejor, no estaban de más.

A parte de toda esta historia del monje (que al final sólo pide la voluntad, no hay tasas, cosa que admiro) el convento merece la pena sin lugar a dudas. En la iglesia hay un retablo de alabastro de los que dejan la boca abierta, una reja que es una obra de arte y una custodia de mármol que a mí me pareció única.

Reja de Santa María del Paular



Río Lozoya desde la muralla baja (Buitrago)


Total, que nos pasamos el día entretenidos, sin ir muy lejos de casa y con  unas temperaturas que eran elevadas, pero más quisiera Guada.

Si queréis saber más: http://www.buitrago.org/ y http://www.monasterioelpaular.com/